El cumplimiento del contrato implica la observancia meticulosa de las normas y procedimientos descritos en un contrato. Esto implica revisiones periódicas de los contratos existentes para evaluar el cumplimiento de los mandatos y protocolos de cumplimiento e identificar cualquier desviación.
Como parte integral de una estrategia sólida de gestión de riesgos, el cumplimiento del contrato es fundamental para garantizar que todas las partes interesadas (proveedores, compradores y empleados) cumplan con los términos y condiciones especificados de un contrato. Este enfoque proactivo actúa como un escudo protector para las empresas, mitigando los riesgos relacionados con el fraude, la corrupción y el gasto no autorizado.
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